Cómo es el lenguaje de señas para bebés

Cada día logran sorprenderte con sus nuevas y curiosas artimañas: sus primeros pasos, aquel baile con su canción favorita, pucheros, palmitas con sus manos y otras formas únicas para comunicarse con éxito. Si eres una mamá primeriza, seguro, te encantará poder conocer e interpretar el lenguaje de señas para bebés, así como tener la capacidad para enseñarle a tu hijo/a diferentes gestos y movimientos para expresar sus necesidades.

¿Qué es el lenguaje de señas para bebé? 

El lenguaje de señas para bebés (LSB) comprende la etapa que va desde sus primeros seis (6) meses, hasta sus treinta y seis (36) meses de vida, aproximadamente, en la cual, a través de señas con su cabeza, sus manos y otras partes de su cuerpo dan a entender sus necesidades principales relacionadas con comida, sueño, baño, juegos o animales; sin llegar a sentirse limitados por la evolución de su lenguaje verbal. 

¿Cómo es el lenguaje de señas en los bebés? 

Existen diferentes formas en las que tu bebito puede comenzar a comunicarse desde temprana edad y tú, de seguro, ya estás ansiosa por conocerlas todos. ¡Tranquila! Harás un gran trabajo. Recuerda acompañar a tu niño/a en el proceso y celebrar cada uno de sus avances. 

Estas son algunas de las formas en las que tu bebé podrá empezar a comunicarse:

• A través del movimiento con sus brazos, manos y dedos; para celebrar o mostrarse feliz, pedir su biberón u otro tipo de comida, señalar un juguete que desea usar, pedir estar en brazos de alguien, etc. 

• A través de su llanto; el tono que usa, con lágrimas o sin ellas, la hora en la que lo hace y si acompaña la acción con otros movimientos, también son formas para comunicar su sentimiento por una cosa o situación particular; dolores, rabietas, frustraciones, hambre, frío, etc. ¡Calma!, no es el fin del mundo y pronto lo entenderás.

• A través de su rostro; los movimientos y las expresiones que realiza con su cara también son otras maneras de comunicarse, por ejemplo, al arrugar su naricita, hacer pucheros, mandar besitos, parpadear con frecuencia o cerrar sus ojitos lentamente.  

• A través de su cuerpo; al bailar, retorcerse o inclinar su espalda, cabecear, etc. 

¿Pero qué significa cada una de estas señales? ¿Qué hacer en caso de no recibir una respuesta positiva? ¿Por qué sigue llorando? Dale tiempo al tiempo y, si lo deseas, busca apoyo en el proceso. Sin embargo, sé consciente de que cada bebé es un mundo y, tanto la forma como el tiempo en el que se adaptará a su entorno pueden ser completamente diferentes.

Diferencia con el lenguaje de señas para personas con restricciones auditivas

Al igual que todos los bebés, los niños que nacen con problemas auditivos inician desde los nueve meses, aproximadamente, a comunicarse a través del lenguaje de señas y también se ayudan naturalmente con sus manos, su cuerpo y otras expresiones faciales. En ellos, este tipo de acciones suelen aparecer incluso, de manera más espontánea, siendo sus ojos el principal medio para percibir, conocer e identificar todo lo que sucede a su alrededor. 

En éste caso, deberás buscar atención y asesoría por parte de un profesional, ya que lo ideal es que comiences a involucrarte cuanto antes en el mundo de las personas sordo/mudas, para darle a tu bebé todo el apoyo que necesita. Igualmente, es recomendable que durante sus primeros dos años de vida el bebé socialice e interactúe con otros niños o personas que tengan su misma condición. 

Beneficios de usar lenguaje de señas con tu bebé

Enseñar a tu bebé diferentes formas de comunicar sus necesidades a través del lenguaje de señas requiere tiempo, amor, disposición y sobre todo, mucha paciencia; solo así, lograrás que el proceso sea divertido para todos, incluso para aquellas personas que también conviven a diario con tu pequeño. 

Te contamos algunos beneficios de practicar el lenguaje de señas para bebés:

Con el tiempo, el bebé dejará de sentirse frustrado ya que las personas a su alrededor comenzarán a comprender sus necesidades. 

• Tú también estarás menos estresada. No te podemos asegurar que logres esto de la noche a la mañana, pero con disciplina y consistencia, ya no te tendrás que preocupar por descubrir qué está pidiendo tu bebé. 

• Fortalecerás la relación con tu hijo/a. Cuando implementas el lenguaje de señas para bebés, estos suelen sentirse más seguros y en confianza con las personas que logran entenderlos. Verás cómo sus ojitos comienzan a brillar cuando haces justo lo que él está necesitando. 

• Ayuda a fortalecer su comunicación oral. Aunque varias personas aseguran que el uso del lenguaje de señas retrasa el desarrollo verbal; no hay evidencias que logren comprobar esta afirmación. Por el contrario, algunos expertos mencionan que es favorable implementar las dos técnicas del lenguaje al mismo tiempo. 

• Mejora su capacidad cognitiva. ¡Así es! Sabrás la importancia de estimular la concentración, la atención visual y la memoria de tu bebé desde temprana edad. Comienza y déjate sorprender en el proceso. 

A partir de qué edad puedo enseñarle señas a mi bebé 

Entre los 9 y 12 meses, el bebé ya se encuentra en un mundo donde el lenguaje de señas es su principal medio de comunicación. Sin embargo, tú puedes comenzar a practicar con él incluso antes de esta etapa. No hay un momento determinado para hacerlo; algunos papás lo incorporan desde los primeros 4 meses del bebé y otros desde los 6 o 7 meses de edad. ¡Cada proceso es diferente! Simplemente disfrútalo y, cuando sientas que el momento ha llegado, hazlo con amor y mucha dedicación. 

Otras recomendaciones en el aprendizaje del lenguaje de señas para bebé

Si quieres que tu bebé aprenda a comunicarse de una forma mucho más fácil a través del lenguaje de señas, debes convertir esta práctica en un hábito; pero hazlo poco a poco, tampoco es necesario que dediques una hora completa para lograrlo en tiempo récord. Busca maneras menos complejas como incluir pequeñas acciones en tu día a día como mamá: señala todo lo que ves, describe los objetos que tocas, vocaliza de manera clara y usa las mismas expresiones con frecuencia.

Finalmente, nuestro mejor consejo para ti es: ¡No lo fuerces! Es una etapa en la que de por sí ya te vas a sentir emocionada y nostálgica al ver como tu pequeñín no para de crecer; así que no te atormentes pensando en lo que debes hacer para acelerar su desarrollo.